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La Madre Divina 1

25 de Octubre 1981, pintura glazing líquida, sobre papel A4

Desde Octubre a Noviembre de 1981, hice una serie de 5 pinturas sobre “La Madre Divina”. En la tradición cristiana, el aspecto femenino de la divinidad está personificado por Santa María, la madre de Jesucristo. La presente serie de “La Madre Divina” es ígnea, en su mayor parte con amarillo dorado, blanco y a veces un poco de color azul y dorado. Las pinturas se hicieron en la corriente de los efectos posteriores a una fuerte experiencia espiritual de Septiembre 1981, muy rápidamente (aproximadamente 1 hora cada una) y en un estado de éxtasis.

Desde mi primera infancia, este aspecto formal de la divinidad femenina, ha estado muy cerca de mí. Sólo más tarde llegué a saber que la iconografía de Santa María absorbía otras formas del aspecto femenino de lo divino y que también en el hombre (man) está la mujer (wo-man), un aspecto femenino. Lo investigué en las expresiones orientales y occidentales y quedé fascinado por los seminarios de Sri Kumar sobre Saraswathi y Sri Suktam.

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La Madre Divina 2

7 de Noviembre 1981, pintura glazing líquida y color dorado, sobre papel A4

El cuadro muestra a la Madre como la Madre del Mundo, de pie sobre la esfera de la creación, vestida de azul oscuro como el trasfondo del cual emerge, con una corona de luz y rodeada de un aura naranja / amarillo dorado y un aura dorada –los colores del plano mental superior y el plano búdico de energía pura. Una y otra vez pinto imágenes con auras radiantes de energía, ellas me siguen fascinando. La Madre está bendiciendo al mundo / la creación con sus manos y su presencia. No pinté un rostro porque es una expresión impersonal de la femineidad divina.

El cuadro fue hecho junto con otro al que llamé “Roi de l´Univers” (Rey del Universo) el aspecto masculino de la expresión masculino - femenina divina. Fue publicado más tarde, después de esta serie.

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La Madre Divina 3

8 de Noviembre 1981, pintura glazing líquida sobre papel A4

El cuadro muestra a la madre con el niño en una gota de luz. Para mí, la figura de la gota siempre ha sido la forma del alma; esta forma ya estuvo en las pinturas de principios y mitad de los años 70. Aquí la madre y el Cristo Niño en su pecho, son como una apertura al fondo azul desde donde viene la manifestación. La madre protegiendo y alimentando al alma encarnada haciendo descender la luz a la tierra es el gesto que expresa este cuadro, y está lleno de calidez y de la radiación que fluye.

Hice 3 pinturas el mismo día – fue una situación completamente inspirada.

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La Madre Divina 4

8 de Noviembre 1981, pintura glazing líquida y color dorado, sobre papel A4

El cuadro muestra a la madre con una mirada directa, rodeada por un aura de luz y radiación dorada sobre un fondo amarillo –dorado.

Cuando hice este cuadro, estaba profundamente conmovido por la mirada que llegaba a través de sus ojos.

Este es el primer cuadro de las Pinturas Ígneas en el que aparece un rostro, aunque sea vagamente en cierto sentido. En los cuadros anteriores dudé e intenté evitar la concreción de un rostro en una forma. Sentí que de alguna manera estaba limitando el aspecto universal de la energía pura. Al mismo tiempo la mirada aumenta fuertemente el impacto; toca al observador. En el cuadro siguiente también se concreta un rostro. Se encontrarán ojos en otros cuadros que le siguen.

El cuadro oscila entre lo concreto y lo abstracto. Hay un flujo de energía expresado en el ondear del cabello y en el comienzo del torso. Y la radiación dorada trasciende los límites del cuadro.

Todo el tiempo intenté pintar luz y no color sobre el papel, aunque no fue posible. Por lo tanto hice diapositivas de los cuadros considerándolas como luz – pero sin embargo sólo el reflejo sobre la materia produce la luz.

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La Madre Divina 5

12 de Noviembre 1981, pintura glazing líquida sobre papel A4

Este cuadro de la serie de La Madre Divina fue para mí el más intenso. Se exteriorizó casi de una sola pincelada, muy rápidamente y en algún tipo de éxtasis. Toda la pintura es un flujo de energía, y de la cascada de veloces pinceladas surgió el rostro ígneo de la madre, mirando tiernamente a su hijo en sus brazos. Su mano sostiene la cabeza en un gesto de protección. El niño vuelve la cabeza hacia el rostro de su madre en íntimo unísono, recostado en sus brazos.

Luego de finalizar la pintura, no pude apartar mis ojos –la expresión de esta escena me impregnó y volvió una y otra vez ante el ojo de mi mente durante los días siguientes.

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La Madre Divina 7 - La Familia

12 de Diciembre 1981, pintura glazing líquida sobre papel A4

La pintura muestra a Jesús junto con María y José como representantes de la Sagrada Familia en llamas de fuego.