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Cáncer – El Campo de Fuerza de los Renacimientos

10 de abril 2024, lápices y trabajo fotográfico

Cuando el alma abandona el cuerpo físico en el momento de la muerte, continúa existiendo, pero experimenta solamente a través del cuerpo causal. En el intervalo entre el abandono del cuerpo físico y la encarnación siguiente, el alma realiza movimientos que se describen como viajes a través de las esferas lunar y solar.

Después de un tiempo, el alma busca reencarnar nuevamente para satisfacer deseos que no se han cumplido. Desciende al plano físico como en un vórtice, para volver a entrar en un útero. En un alma liberada, no hay una atracción hacia abajo, pero puede volver a descender en beneficio de la humanidad.

Para ilustrar el movimiento de las almas a través de las esferas etéricas entre la muerte y el renacimiento, edité la foto de una caracola de amonita fosilizada. Los tabiques (septos) que subdividen la cámara, indican los múltiples campos de fuerza a través de los cuales se mueven las almas. En el trasfondo coloqué una imagen de la luna, y encima de ella una ilustración de la tierra.

Los septos se estrechan en espiral hacia un punto, el punto simbólico de la encarnación terrestre. En el centro de las estructuras circulares y en espiral, hay una estrella, el YO SOY, como centro de nuestra existencia. Detrás de ella inserté una ilustración del útero materno, que forma una luz o canal de parto descendente: el alma o el ángel solar en su camino para ponerse sus vestiduras físicas.

Sin embargo, la estrella es también de naturaleza solar. Las estrellas de la parte superior de la imagen representan las almas liberadas que escapan del campo de fuerza de los renacimientos hacia planos superiores de existencia.


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Cáncer – El Descenso del Alma a la Materia

2 de abril 2023, lápices y trabajo fotográfico

Se dice que Cáncer es el portal de entrada para el nacimiento de las almas de la humanidad; esto significa el descenso del alma en la forma y la materia, donde la materia mantiene un control completo sobre el alma o el espíritu. El espíritu se libera de la materia en el signo opuesto a Cáncer, que es Capricornio. Estos ciclos anuales de nacimiento o muerte espiritual, y de muerte o nacimiento espiritual, a través de Cáncer y Capricornio, son imitaciones del drama de la evolución. El desarrollo del feto en el vientre materno nos entierra a nosotros, el Alma, en la tumba del plano físico.

El espacio que rodea al embrión es como un globo en el que nosotros somos su centro geométrico, rodeado e impregnado por los doce signos del zodíaco. Después del nacimiento de la personalidad, seguimos el sendero de nuestra vida, siendo nosotros el centro de nuestra experiencia. A través de nuestra evolución espiritual, conducimos los viajes simbólicos del alma, creciendo en conciencia a través de la experiencia. Así, lentamente vamos superando las influencias de la muerte y el renacimiento.

En el centro de la pintura vemos a un feto diseñado sobre la base de un dibujo de William Hunter (1718-1783). Está rodeado por los signos zodiacales provenientes de una foto de un amigo de una iglesia italiana. El domo superior ha sido creado con una vista transformada de los Himalayas de WorldWind.earth utilizando imágenes de la NASA, y con un extracto transformado de una foto de la NASA de una galaxia. La parte inferior muestra el reflejo de las luces de los autos en una calle, vistas a través de la niebla. Elllo ilustra la llegada del alma a la tierra y el comienzo de su camino.


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Cáncer – La Cruz Cardinal

6 de abril 2022, lápices y trabajo fotográfico

Cada día, experimentamos el movimiento aparente de Sol asomándose en el Este, llegando al medio cielo a mediodía y luego poniéndose en el Oeste. A medianoche, el Sol alcanza su punto más bajo. Estos cuatro puntos constituyen la cruz cardinal del día. Sobre el plano horizontal, ellos constituyen las cuatro direcciones del Este, Sur, Oeste y Norte. Ellas solo existen respecto a un ser que está de pie sobre la Tierra.

El año tiene los mismos cuatro puntos cardinales, es decir, los dos solsticios y los dos equinoccios. Ellos forman la cruz cardinal con los signos cardinales de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. La luna llena y la luna nueva, junto con las dos medias lunas, son los cuatro puntos cardinales del mes. Los cuatro puntos cardinales significan los secretos del nacimiento, la vida y la muerte, y los ciclos menores y mayores del tiempo.

Para representar esta profunda sabiduría, construí los cuatro puntos cardinales del día disponiendo unas fotos del Sol del amanecer, mediodía y atardecer, tomadas en India y en Suiza, y transformé digitalmente una foto diurna en un “Sol de medianoche””. El fondo fue diseñado con la ayuda de una foto previa al amanecer tomada en un vuelo sobre India.

Los tonos sutiles del cielo necesitaron una atención especial para modular los colores. Procesarlos para imprimir sobre papel acuarela, luego dibujarlos sobre papel y escanear la imagen, siempre cambia mucho los colores, hasta que la versión final esté lista para la publicación digital y la impresión fotográfica. En cada forma de presentación los colores cambian, siendo esta una parte del proceso creativo.


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Cáncer - El Cuenco de Oro y el Cuenco de Plata

26 de marzo, 2021, lápices y trabajo fotográfico

Cáncer está gobernado por la Luna, que refleja la luz del Sol. Cáncer es un signo de agua; simboliza lo efímero de nuestra mente, que está en constante movimiento como la Luna reflejada en el agua. En cambio, la luz original del alma es estable y constante como la luz del Sol. A través de la mente, los tres principios superiores que están dentro de nosotros se reflejan en nuestros tres aspectos inferiores, la personalidad. En las enseñanzas de sabiduría, se considera que el Sol es el Padre, mientras que la Luna representa a la Madre. A través de ella, las almas que se originan de las energías del Padre son atraídas hacia el interior, y se alimentan y nacen a través del principio lunar. La luz del Sol es dorada, la luz de la Luna es plateada.

La mitad del año desde Capricornio a Cáncer, está representada simbólicamente como un cuenco de oro; en la sabiduría oriental se le llama el arco divino o el arco de luz. Con el solsticio del comienzo de Cáncer, tiene lugar el descenso de las almas a los cuerpos como un drama anual. La mitad del año desde Cáncer a Capricornio es llamada por lo tanto el cuenco de plata o el arco regio.

En el centro de la imagen se ve la figura de la Madre divina, creada con la ayuda de una estatua de Quan Yin. Ella está rodeada por la Luna y un área de estrellas que brillan en la oscuridad. En el estanque de nenúfares que está abajo, hay un cuenco de plata. En su interior brilla un triángulo blanco y plateado con tres nenúfares floreciendo en sus esquinas. Encima de la cabeza de la Madre está un cuenco de oro, en el que brilla un triángulo dorado. En sus esquinas hay tres estrellas doradas y brillantes.

Los cuencos fueron diseñados con la ayuda de una foto de un cuenco de plata de fines de la antigua Roma, tomada en 2007 durante una visita al museo de Augusta Raurica cerca de Basilea.


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Cáncer – El Descenso en la Materia

12 de marzo 2020, lápices y trabajo fotográfico

Desde el solsticio de verano de Cáncer en adelante comienza el movimiento del Sol hacia el Sur. Durante seis meses disminuye el día y aumenta la noche. La materia se hace más fuerte, y la luz, el espíritu, se ocultan más. Por lo tanto, se considera que es el tiempo de la oscuridad. Durante este tiempo, tenemos que tener un cuidado especial para no perdernos en el mundo exterior, y en cambio mantener la conexión con la luz interior. Cuando nos olvidamos de esto, nos desviamos fácilmente de nuestro camino.

En la imagen se pueden ver dos círculos rojos. En el círculo superior hay un atardecer; el Sol está descendiendo a la esfera de la Tierra. En el círculo inferior e incluso más abajo hay una vía de tren que simboliza el sendero hacia la materia. Como atrayendo hipnóticamente la mirada, la aleja del eje central. En el comienzo del sendero hay dos personas mirando hacia el interior del túnel. Su mirada también podría estar dirigida hacia arriba, hacia la luz. Uno de ellos tiene un móvil en la mano, el símbolo de la vida actual.

En la esquina superior derecha se puede ver el símbolo de Cáncer, y a la izquierda se encuentran las estrellas de la constelación. Debajo de ellas se muestra una superficie de agua - Cáncer es un signo de agua. El arco azulado indica el anillo del horizonte.

Para la parte superior del cuadro se utilizaron dos fotos que fueron tomadas durante un despegue nocturno en el aeropuerto de Iguazú, en Brasil. La escena de la parte inferior del cuadro ha sido diseñada con dos fotos de un tren automático que corre a través de un túnel hacia la terminal del aeropuerto de Zurich.


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Cáncer – La Luz de la Luna Sella al Sol

13 de Marzo 2019, lápices y trabajo fotográfico

La Astrología Espiritual considera a Cáncer como el momento del ocaso y como el momento en que el alma entra en el cuerpo y queda así sellada en la materia. Nuestra mente corresponde a la luz de la Luna. Ella puede reflejar al alma, el Sol. La Luna es el regente de Cáncer y Neptuno está exaltado en este signo. Como la Tierra está recibiendo los rayos de Neptuno a través de la Luna, nuestra mente (la Luna) está recibiendo la música del alma a través de la meditación profunda (Neptuno).

La imagen está inspirada en la meditación ocultista N° 16 del Maestro CVV (ver: Ekkirala Krishnamacharya, Psicología Espiritual; y: K. Parvathi Kumar, Meditaciones Ocultistas): “La Luna es plata. YO SOY el lago. El lago es luz de Luna, estoy curado. YO SOY plata. En mí se despierta el rayo de Luna. YO SOY la luz de la Luna. En mí el Sol está sellado.”

La pintura muestra a la Luna reflejándose sobre la superficie del lago de la mente, ilustrada por el glifo de Cáncer. Y más abajo, el Sol está sellado, difundiendo su luz a través de la materia. Detrás de la Luna se puede ver la esfera azulada de Neptuno, y a su izquierda se encuentra la constelación de Cáncer.


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Cáncer - Los Reflejos de la Madre Divina

13 Marzo 2018, lápices y trabajo fotográfico

La luz primordial que impregna la creación se llama la Madre del Mundo. Los sabios (videntes) reconocieron las diferentes etapas del reflejo de esta luz en los diversos estados de la creación. El reflejo tiene diferentes nombres en los diferentes planos, pero se entiende que todos ellos son expresiones del principio lunar. El satélite de nuestra Tierra es solo una dimensión de este principio. Se considera que Neptuno es una dimensión superior, y en un plano supra-cósmico lo llaman Soma en las escrituras orientales. En nosotros, el principio de la reflexión funciona como la mente que refleja la luz del alma. Las dieciséis fases lunares ascendentes y descendentes han sido llamadas como el nombre de dieciséis letras de la Madre Divina. Ellas corresponden a grados de luz y de conciencia.

Para ilustrar a la Madre Divina trabajé sobre una pintura china de Quan Yin. El halo que rodea su cabeza está formado con la fusión de una imagen del Sol y de Neptuno. Ella sostiene a Neptuno en sus manos, apoyado sobre la (luna) creciente. Desde allí se vierte agua, la energía vital, a la Tierra. Para la caída del agua usé una foto de la cascada de Staubbach en los Alpes berneses. La parte inferior se creó con una vista del lago de Ginebra tomada desde un avión. En el fondo detrás de la Madre hay una Luna azul oscuro, que representa al trasfondo del principio lunar cósmico. Está rodeada por las mitades brillantes y oscuras de las fases lunares, donde la esfera inferior forma otra creciente. Encima de la mitad superior se ve una esfera de estrellas indicando la vasta dimensión de la Madre Divina.


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Cáncer – Artemisa, Niveles de Reflexión

18 de Marzo 2017, lápices y trabajo fotográfico

La Luna visible es solo el cuerpo físico que contiene al principio lunar. La Luna es el Señor de Cáncer y se relaciona con nuestra mente. Así como la Luna refleja la luz del Sol, nuestra mente refleja la luz solar del principio del Sol interno, el alma. La Luna también refleja la luz de la Luna superior llamada Soma en las escrituras orientales. Soma, el músico divino, preside la mente cósmica; sus rayos son recibidos por la Luna a través de Neptuno. La Luna representa al principio femenino, la madre. Estimula la fertilización y el nacimiento y crecimiento de la fauna y la flora de la Tierra. Los gatos atraen el magnetismo de la Luna, por eso los egipcios los consideraban sagrados. Artemisa, la diosa griega de la cacería y de la Luna, puede ser interpretada como un símbolo de la mente y de los pensamientos rápidos.

Para ilustrar estas dimensiones espirituales, trabajé sobre la imagen de un busto de Diana/Artemisa con un rostro contemplativo. La cara está rodeada de un lado por un gato y del otro por orquídeas salpicadas con reflejos de estrellas. En la parte superior se ve la luz de la Luna reflejándose desde más allá sobre el globo azulado de Neptuno y descendiendo hacia la esfera de la Luna. La Luna nuevamente se fusiona con la cabeza de Artemisa.


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Cáncer – Descenso y Desarrollo del Alma en la Materia

6 de Marzo 2016, lápices y trabajo fotográfico

Cáncer representa el descenso del alma en la materia y la relación de la madre y el hijo. Al nacer, el alma 'desciende' del mundo espiritual a la materia, aprisionándose en la envoltura de la encarnación física. La madre alimenta al hijo y le da su afecto. La Madre Naturaleza protege al hijo hasta que despierta al alma y asciende otra vez conscientemente de regreso desde la materia al espíritu.

Meditando sobre el simbolismo de Cáncer vislumbré una espiral convergente. En la espiral percibí los diferentes pasos del descenso del alma a la materia, conectando esto con la madre que protege al hijo en crecimiento. Su interacción me recordó al glifo de Cáncer, ♋.

Sin embargo, me tomó un tiempo de búsqueda hasta que encontré el acceso a la composición actual de la pintura. Como punto de partida, elegí una piedra Salagrama, una amonita cuyas espirales están consideradas en Oriente como un símbolo del principio universal de Dios. Transformé los reflejos de lámaras de aceite de un templo de India para representar las etapas del descenso del alma, superponiéndolos sobre la espiral en diferentes tonos de color. Para la madre y el hijo utilicé elementos de dos pintores italianos del Renacimiento: para la madre, de una pintura de Fra Filippo Lippi (1406-1469) y para el hijo, de una pintura de Fra Angelico (1395-1455). La espiral finaliza y comienza en el corazón del hijo que está cerca del corazón de la madre – rigiendo Cáncer al centro del corazón. Las miradas de la Madre Naturaleza provienen de un velo de luz; la cara del niño irradia fuerza y pureza. El entorno azul verdoso insinúa al regente superior de Cáncer, Neptuno.


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Cáncer – La Música Neptuniana de Nârada

26 de Marzo 2015, trabajo de lápices y fotografía

La música sublime puede elevar la conciencia más allá del nivel mental, al nivel del alma. Esta cualidad está relacionada con Cáncer. Cuando se utiliza correctamente la música, puede abrir la conciencia a los planos cósmicos de conciencia. Tales experiencias de la conciencia oceánica están regidas por Neptuno. El Maestro Cósmico que trabaja a través del poder de la música divina se llama Nârada. Él es el músico cósmico cuyo pensamiento, palabra y obra son musicales. Él otorga la palabra del Señor con los sonidos de su instrumento musical, la Vina.

Reflexionando sobre Neptuno, vino a mi mente una imagen que había visto hace algunas décadas: una piedra redonda con un rostro. Finalmente la encontré en Google: era la famosa "Boca de la Verdad", un rostro de piedra de una antigua fuente romana que probablemente representa a Oceanus. La usé como punto de partida, la reelaboré y la fusioné con una foto de Neptuno. La rodeé con una enorme ola verdosa en la inmensidad del espacio tachonado de estrellas.

En primer plano se ve a Nârada llevando su Vina celestial, un instrumento musical de siete cuerdas que representan los siete planos de la creación o los siete tejidos del cuerpo. Se dice que canta por sí misma y eleva a la gente al estado de experiencia pura. Extraje la forma de Nârada de una impresión vintage y la fusioné con las aguas del espacio circundante.

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Cáncer – Los Músicos Cósmicos y el Principio Lunar

2 de marzo 2014, lápices y trabajo fotográfico

La música pura, sublime, está asociada con lo Divino. El alma responde naturalmente a la música de alta calidad, y nos quedamos absortos en sus encantadoras vibraciones. Al comienzo de la creación, cuando el espacio comienza a despertarse, hay un primer grupo de devas cósmicos. Las escrituras los llaman Gandharvas, los músicos, porque ellos son las inteligencias que producen las periodicidades y las duraciones. Ellos son devas bienaventurados, ondas musicales más allá de la creación. La jerarquía musical está presidida por Soma, el principio lunar cósmico, que existe en todos los planos. En astrología, su energía se presenta a través de Neptuno; a nivel planetario es (a través de) Venus; en el plano de nuestra Tierra (a través de) su satélite, la Luna.

En el centro del cuadro se ven tres esferas que representan el principio lunar, compuestas con fotos de la luna y de una talla de marfil china. Coloqué una imagen de la constelación de Cáncer en el fondo. La esfera azulada externa está tocando un esfera inferior que representa al principio reflectivo, o a la transmision de las energías lunares a la Tierra.

En la parte superior del cuadro se ven tres ángels con chirimías, tomados de las obra del pintor inglés pre-rafaelista Edward Burne Jones (1833-1899). Trabajé sobre ellos para representar a los Devas de la jerarquía musical. Las vibraciones musicales que penetran el cosmos están visualizadas por los rayos que descienden desde el cosmos.

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Cáncer – El Descenso del Ángel Solar al Cuerpo

28 de Febrero 2013, lápices, crayones y trabajo fotográfico

Cáncer es el signo del regreso del alma al cuerpo físico, y así se relaciona con el proceso de la reencarnación. La Luna es también el símbolo de la vida generativa que da nacimiento a las formas. En la parte superior de la imagen se ve la Luna, y detrás de ella, el resplandor del Sol. Dos figuras angélicas, los ángeles solares, observan el descenso del alma al embrión que está dentro del útero de la madre. Se ve al embrión con la cabeza hacia abajo, detrás del alma que desciende. El otro nombre del alma, el Yo Soy, es Ángel Solar. Es la parte eterna del hombre, la cual en el ciclo de la evolución atraviesa series de encarnaciones. El cuerpo se llama Ángel Lunar; sirve de vehículo para la encarnación del Ángel Solar. Para el ángel de la izquierda elegí un extracto de una pintura de Franz Dvorak, y para el del lado derecho un extracto de una pintura de Edward Robert Hughes; y un dibujo de William Hunter para el embrión en el útero. Para la ilustración del ángel solar que desciende, tomé una imagen de Ilmatar, el espíritu virgen del aire, de Robert Wilhelm Ekman.

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Cáncer – La Madre y el Nacimiento del Alma en el Cuerpo

9 de Abril 2012, lápices, crayones y trabajo fotográfico

En la parte superior del cuadro se ve un cuenco semicircular abriéndose al cielo estrellado. Desde las estrellas irradian energías que descienden a la Luna, la cual está recibiéndolas en medio del cuenco. La Luna es el principio reflectivo que recibe la luz desde las esferas superiores. Desde allí la luz lunar fluye a los Pitris, los constructors de las formas, que crean también a nuestros cuerpos. En la parte inferior del cuadro se encuentra la madre; el embrión (a la derecha) flota en las aguas del útero, rodeado por las aguas de la Tierra. Encima de la Tierra se ve el Sol. Los círculos que lo rodean indican que él tiene -al igual que el ser humano- un cuerpo y un alma, y que es una expresión del sol espiritual. Desde su centro, el alma está descendiendo para entrar en el cuerpo del niño.

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Cáncer – El Cangrejo, la Tortuga y el Escarabajo

8 de Mayo 2011, lápices, crayones y trabajo fotográfico

El Maestro EK explica que cuando la Tierra comenzó a inclinarse hacia atrás desde el punto más alto del solsticio de verano, el Sol parece desplazarse de costado desde el Norte hacia el Sur. Por eso se describe al Sol como un cangrejo cuando pasa a través de este signo. Una rama del simbolismo lo representa como un escarabajo que puede transformar a un gusano en una mariposa. Esto señala la transformación de la materia en mente, el pasaje al espíritu. El cuadro ilustra estos aspectos del simbolismo del signo.

Tomé la foto de un cangrejo corriendo en una playa, entre el agua y la tierra, i.e. entre el plano físico y el plano emocional; otra de una tortuga nadando en las aguas. La tortuga es el símbolo del hombre que ha aprendido a retirarse desde el exterior al interior y sale nuevamente cuando es necesario. La tortuga que está nadando, flota elegantemente a través de las aguas, porque ha superado el plano emocional. Y arriba se ven tres escarabajos mariquita que están volando. Ellos representan la etapa en que el alma se ha liberado de la materia densa de los tres planos inferiores y está ascendiendo a los vastos mundos del espíritu.

En el centro se ve la Luna derramando su luz sobre la superficie del agua. La Luna es el regente de Cáncer, y la luz que se refleja representa las ilusiones creadas cuando se ve sólo el reflejo y no el original. Hay un movimiento de velos rojizos alrededor de la Luna, para los cuales utilicé la imagen de una rosa, representando al corazón gobernado por Cáncer. La rosa representa también la naturaleza intuitiva y mística de este signo. En la esquina superior izquierda, se ve también el símbolo de Neptuno, el regente superior de Cáncer, y el glifo del signo en la esquina superior derecha.

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Cáncer – La Madre y el Hijo

24 de Mayo 2010, lápices, crayones y trabajo fotográfico

Cáncer representa la relación entre la madre y el hijo. El signo representa el nacimiento del alma en la materia, cuando en el solsticio de verano el sol toma su curso hacia el sur y los días comienzan a ser cada vez más cortos, en el hemisferio norte. En el año hay un movimiento de ascenso y de descenso, que se ha representado aquí con el descenso de las aguas en el lado izquierdo del cuadro, representando las energías lunares y el ascenso de las energías solares del lado derecho.

En la parte superior se ve el rostro de la Madre, tomado de un cuadro de Michelangelo, rodeado por rayos del sol. En la parte inferior se ve un embrión en el arco de la luna. Ellos están separados de las aguas donde está flotando el glifo de Cáncer. Arriba se ven los símbolos de Neptuno y de Urano, cuyas energías son reflejadas a la Tierra por el regente de Cáncer, la Luna.