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Aries – El Regente de la Dinastía Solar

14 de Diciembre 2014, lápices y trabajo fotográfico

Las primeras leyendas de la historia de India mencionan dos dinastías, la “raza del Sol” y la “raza de la Luna”. La Dinastía Solar de los “Hijos del Sol” fue la dinastía real del primer rayo, a la que pertenecía el Señor Rama. El Maestro Morya, quien es de naturaleza ígnea, pertenece a la Dinastía Solar y es su último representante. Él es el Maestro del signo solar de Aries y representa al Fuego en nuestro planeta.

Para esta pintura utilicé la foto de una enorme erupción solar y una de la Tierra creciente, para simbolizar el descenso de los hijos del Sol en nuestro planeta. En el fondo generé el sendero del descenso y esferas en azul y rojo indicando el proceso de recepción.

En la parte inferior coloqué una imagen del maestro Morya y fusioné dos coronas para su tocado, con un disco solar en el fondo.

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Tauro – El Toro y el Lingam

25 de Enero 2015, lápices y trabajo fotográfico

El lingam es un símbolo fundamental de la creación, de la forma primaria que surge del estado informe. La expresión de la Voluntad divina es como una chispa en el trasfondo del azul ilimitado. Tiene seis proyecciones desde su centro, las seis dimensiones que le dan la forma de una doble pirámide, la que también se interpreta como la forma de un lingam.

La Palabra divina emerge a través de las vibraciones del espacio, comprarándose al bramido del toro de Shiva. En Tauro, la constelación de Rohini conocida en occidente como Aldebarán, se considera que es el Ojo del Toro, o el punto de la emisión de la Palabra divina. El ojo está ubicado en nosotros en el tercer ojo sobre la frente. En los templos consagrados a Shiva en la forma de un lingam, se debe mirar al Señor a través de los cuernos del toro situado afuera del templo.

En el cuadro se ve a la doble pirámide y al lingam a través de los cuernos del toro. En el fondo coloqué una imagen de la constelación de Tauro, con Aldebarán en el centro. La estrella está rodeada por un loto, el principio del despliegue. Alrededor del punto central hay un globo con los tres colores originales del espectro, desplegándose hacia la columna central con los siete colores del arcoíris. Ellos representan los siete planos de la creación o el antahkarana superior de nuestra frente. La esfera roja flamígera del lingam sobre fondo azul expresa la potencia de la Voluntad divina produciendo la creación. Los símbolos centrales tomados en conjunto dan la forma del Ojo divino.

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Géminis – El Mensajero de la Luz

24 de Febrero 2015, lápices y trabajo fotográfico

Géminis está regido por Mercurio, el Hermes griego; él es el Señor de la Palabra. Géminis está relacionado con las cuerdas vocales y con Visuddhi, el chakra de la laringe. A través de las cuerdas vocales, el aire conecta el interior con el espacio exterior. La palabra es expresada a través de nuestra respiración por el mensajero, simbolizado por Mercurio. En la meditación, el centro de la garganta es también la entrada en el elemento del ÷espacio, denominado Akasha en oriente.

El portal de Géminis está simbolizado por las dos columnas del signo?, representando la polaridad de los aparentes opuestos o la naturaleza dual de la mente. El color de Géminis y del chakra de la garganta se ha descrito como una tonalidad de verde producida por el azul; éste tiene un gran efecto curador. Los cristales de sulfato de cobre dan una idea de este color.

En esta imagen, se ve a Mercurio de pie entre dos pilares azulados. Hay una afluencia de luz amarillo-verdosa desde arriba. Mercurio lleva un sombrero con dos alas, que están representadas como parcialmente concretas-parcialmente etéricas, símbolo del Mensajero de los Dioses o de la Luz; ésta irradia a través de sus ojos. Su cara es mitad azul claro- mitad amarillo dorado, representando la naturaleza dual de la mente y del plano búdico. Su centro laríngeo de color verde azulado, irradia hacia el espacio.

Creé ese color con la ayuda de una foto de cristales de sulfato de cobre. Y a Mercurio con la ayuda de un busto de yeso de Mercurio del artista francés François Rude.

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Cáncer – La Música Neptuniana de Nârada

26 de Marzo 2015, trabajo de lápices y fotografía

La música sublime puede elevar la conciencia más allá del nivel mental, al nivel del alma. Esta cualidad está relacionada con Cáncer. Cuando se utiliza correctamente la música, puede abrir la conciencia a los planos cósmicos de conciencia. Tales experiencias de la conciencia oceánica están regidas por Neptuno. El Maestro Cósmico que trabaja a través del poder de la música divina se llama Nârada. Él es el músico cósmico cuyo pensamiento, palabra y obra son musicales. Él otorga la palabra del Señor con los sonidos de su instrumento musical, la Vina.

Reflexionando sobre Neptuno, vino a mi mente una imagen que había visto hace algunas décadas: una piedra redonda con un rostro. Finalmente la encontré en Google: era la famosa "Boca de la Verdad", un rostro de piedra de una antigua fuente romana que probablemente representa a Oceanus. La usé como punto de partida, la reelaboré y la fusioné con una foto de Neptuno. La rodeé con una enorme ola verdosa en la inmensidad del espacio tachonado de estrellas.

En primer plano se ve a Nârada llevando su Vina celestial, un instrumento musical de siete cuerdas que representan los siete planos de la creación o los siete tejidos del cuerpo. Se dice que canta por sí misma y eleva a la gente al estado de experiencia pura. Extraje la forma de Nârada de una impresión vintage y la fusioné con las aguas del espacio circundante.

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Leo - El Árbol del Universo y el Principio Cósmico de la Enseñanza

17 de Abril 2015, lápices y trabajo fotográfico

Leo está relacionado con el centro del corazón; es el corazón de la Jerarquía Espiritual. En el simbolismo védico, Leo se llama el perro, significando la estrella del Can, Sirio. Nuestra Jerarquía planetaria es una réplica de la gran Hermandad Blanca de Sirio, cuyo Señor es Dattatreya. Él es el principio de la enseñanza en el universo.

Los Puranas orientales comparan a los globos espaciales del universo con los frutos del baniano, y a los soles con las semillas del interior del fruto. Muchos árboles bordean los caminos hacia el jardín de Dios. Esto me recuerda el concepto astronómico de los grandes cúmulos de galaxias denominadas Laniakea (en Hawaiiano “cielo inconmensurable”) que son como ríos o ramas de grandes árboles.

En el fondo de la pintura puse un grupo de fotos del universo conocido y le superpuse la estructura de un árbol. Tomé una foto de la estatua de Dattatreya que está sobre mi altar de meditación, representado como un ser con un cuerpo y tres cabezas, simbolizando la divina trinidad surgiendo de la unidad. Él está representado siempre con una vaca, que simboliza el universo. En sus seis manos sostiene varios símbolos que representan las dimensiones cósmicas. En las ramas del árbol se pueden ver dos galaxias y en el centro una astro-nebulosa llamada también “el ojo de Dios”. Coloqué una imagen de Sirio en su centro.

En primer término se puede ver el símbolo del principio cósmico de la enseñanza, el triángulo dentro de un círculo y el punto central, que está colocado en el centro cardíaco de Dattatreya. El círculo está rodeado por 12 estrellas, representando los doce aspectos del zodíaco o de la luz única original, Aditi.

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Virgo –La Madre Naturaleza Protegiendo al Niño Solar

14 de mayo 2015, lápices y trabajo fotográfico

El simbolismo ocultista es una manera de describir las verdades sutiles, que para un entendimiento común se presentan como contradictorias o disparatadas. Un enfoque intuitivo ayuda a adquirir percepciones más profundas.

Virgo representa al lento despliegue del alma en el sendero espiritual, creciendo en secreto a través de las crisis, en el vientre de la vida material. El aspirante es comparable con un niño, cuya alma /Sol desarrolla silenciosamente una naturaleza pura, virginal, bajo la protección de la Madre Naturaleza. La Naturaleza nuevamente es un reflejo del espíritu y así es comparable con la Luna, que es la regente de Virgo en los planos sutiles.

Meditando en la pintura para el mes de Virgo, recibí la imagen de un abismo en cuya parte inferior estaba el alma y en la parte superior la cabeza de la Madre Divina. El abismo parecía penetrar a través de los siete planos de la creación. Unos pocos días más tarde, llegó la insinuación: Isis y Osiris. Busqué en Google una estatua de estos dos dioses egipcios y estudié su simbolismo. Entre la plétora de significados encontré que Osiris, el “Señor de la Verdad” se compara con el Sol. Isis está descrita como su esposa, su hermana e incluso como su madre, y también como la Tierra Virgen. Encontré la imagen de una estatua de piedra gris, con Isis protegiendo al niño Osiris. Su tocado es como un disco solar ocultando al verdadero sol espiritual, siendo así la “Luna” del Sol superior, que está sostenido por la Madre Naturaleza. Osiris lleva un tocado semejante a un receptáculo, recibiendo la llama divina.

Transformé la estatua con color dorado y le hice una restauración digital. Luego creé el abismo que penetra a través de los siete planos y rodeé a Isis –Osiris con un aura de energía radiante, el velo develado. Cuando las nubes de la conceptualización son dejadas de lado, la presentación simbólica proporciona una visión de la Madre Naturaleza protegiendo al Niño Solar.

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Libra – Desde la Periferia hacia el Centro

13 de Junio 2015, lápices y trabajo fotográfico

El sendero espiritual es de la objetividad a la subjetividad, y a través de los planos sutiles a la reunión con el centro divino. En el movimiento a través del zodíaco, Libra representa el desarrollo completo de la vida objetiva, donde podemos perdernos en los “platillos de la balanza” o regresar al centro de rotación, que corresponde al centro de nuestra existencia. La objetividad es la vida horizontal y la subjetividad es la vida vertical, y ambas necesitan formar un ángulo recto, un equilibrio en el centro.

Cuando estaba buscando interiormente la nueva imagen, nada se mostraba, hasta que se produjo una ventana en el tiempo para comenzar a trabajar sobre la imagen. Percibí una línea horizontal y una línea vertical formadas por galaxias. Comencé a buscar en “la mina de Google” elementos que se aproximaran a la imagen interna, y encontré muchas galaxias y otros objetos interesantes, pero la imagen interna no se adecuaba a las piezas externas del rompecabezas. Me sentí insatisfecho.

A la mañana siguiente, en meditación, vi claramente la estructura y los elementos que necesitaba. Para la línea vertical tomé una foto de la vía láctea y para la horizontal -el campo de luz- una foto de la galaxia del Sombrero. Superpuse elementos de los campos estelares y una estrella, y añadí los ojos como símbolos de la Madre del Universo. Luego trabajé los colores y los detalles con lápices y le di a la imagen una terminación digital final. Y sí, ésta era la imagen que quise manifestar.

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Escorpio - El Corazón de la Tortuga

13 de Julio 2015, lápices y trabajo fotográfico

La tortuga es el símbolo del individuo que se vuelve hacia adentro, hacia la vida subjetiva. Él se retira al interior de la cueva del corazón y experimenta la afluencia de la luz del alma. Los sabios védicos visualizaron la convexidad del caparazón de la tortuga como la parte superior de la cabeza y como la micro-versión del domo superior del espacio, con el Polo Norte en la parte superior de la cabeza. Ellos visualizaron a las siete estrellas de la Osa Mayor en la región del centro de la cabeza. Similarmente, se ha interpretado al polo inferior como un domo invertido o un plato, mientras que la estrella del Sur llamada Sirio o la estrella del Can, es visualizada en el cuerpo humano cerca del extremo de la columna vertebral.

Una imagen desarrollada después de varios días, en meditación: Apareció una tortuga con un corazón radiante; era el domo del espacio dentro de la cabeza, con el luminoso eje central de la columna dirigiéndose hacia abajo. Creé la estructura de la imagen transformando la foto de una tortuga y superponiendo capas de una imagen de la Osa Mayor y de un oso polar. Para el eje central, transformé una foto de la Vía Láctea. En la parte inferior coloqué una esfera semejante a un plato y en su centro fusioné una imagen de Sirio con la de un perro. Luego trabajé sobre los tonos de color y las transiciones. La forma en que el cuadro se desarrolló fue para mí, nuevamente, una sorpresa.

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Sagitario – El Viaje Ascendente

4 de Agosto 2015, lápices y trabajo fotográfico

El arquero con un arco y una flecha es el símbolo de Sagitario. Sagitario es un signo de fuego relacionado con los viajes largos y, en el sendero espiritual, con el viaje hacia estados superiores de conciencia. La nota clave es el establecimiento de una meta y esforzarse con la atención focalizada. El canal central de la columna vertebral, Sushumna, se considera que es la sede de la autoconsciencia; es la flecha en nosotros. En el simbolismo oriental el sonido sagrado OM representa al arco con su cuerda. Te colocas como una flecha en el arco y tensas la cuerda retirándote en lo profundo de tu interior. Entonces, con una mente estable disparas la flecha hacia arriba. Este es el viaje ascendente del alma.

Meditando sobre la imagen del mes, vi la columna central iluminada con la energía que ascendía a través de los centros. Representé al arquero con el contorno del cuerpo etérico dorado, con las manos elevadas -no para sujetar el arco, sino para proteger al corazón. Coloqué el símbolo del OM en la frente. Como punto de partida para el arco, transformé la Tierra creciente de una foto de la NASA, simbolizando el ascenso más allá de la conciencia material.

Las llamas que se elevan representan la aspiración ardiente, y desde arriba descienden las bendiciones de las esferas superiores a través del centro de la cabeza.

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Capricornio – El Ascenso, la Cumbre y el Descenso

02 Octubre 2015, lápices y trabajo fotogáfico

Capricornio ha sido llamado el Monte. La experiencia de la cima de la montaña simboliza la iniciación, la cumbre de un esfuerzo largo e intenso .Después de haber llegado a lo más alto, tienes que regresar al valle para compartir la esencia de tu experiencia y guiar a los otros buscadores.

Unas ocho semanas antes de crear la pintura vino a mi mente una imagen de Sri Yantra y de seres de luz descendiendo a laTierra. Más tarde, estando en Santa Fe, Argentina, vi una imagen del Monte Aconcagua, el pico más alto de los Andes, aparte de los Himalayas. El Aconcagua es el sitio de un ashram etérico del Maestro de la Llama Violeta y el violeta es el color para entrar en los mundos sutiles. Sólo dos días antes de comenzar a trabajar en la pintura, se ordenaron los detalles en la visión interior. Se me ocurrió poner al Sri Yantra en la cima de la montaña, símbolo de la Madre Divina y de la conciencia pura.

Fusioné dos fotos del Aconcagua, creé una vibración violeta penetrando en la imagen, transformé una imagen del Sri Yantra, trabajé sobre los reflejos de luz de una foto del contorno de Santa Fe y de una escalera. Modifiqué la escalera con colores rojo, azul y amarillo, representado a los tres rayos de la Voluntad, el Amor y la Actividad Inteligente. Estas luces nuevamente están rodeando la esfera de luz azul, rosa y blanca que penetra al Sri Yantra. Combiné la escalera con reflejos de luz, símbolo de las almas que ascienden y descienden. La parte inferior representa al Antahkarana, el Puente de luz que conduce a los reinos superiores.

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Acuario – El Pasaje de Acuario

12 de Octubre 2015, lápices y trabajo fotográfico

Las Escrituras orientales describen de una forma poética el nacimiento de la materia y el pasaje de su formación desde el espacio, como un río que fluye a través de todos los planos. La creación aparente proviene de la nada aparente y el puente entre estos estados se llama el Pasaje de Acuario: De un lado está la creación y del otro está un vacío aparente que en realidad lo es todo. El punto en que emerge la existencia se expresa como el azul profundo del espacio. Desde el azul profundo tienen lugar todas las demás manifestaciones. El azul no es más que el blanco puro profundo. Para el ojo espiritual, en el azul están todos los colores.

El punto del Pasaje acuariano en nosotros es el Ojo de Shiva, la Voluntad Divina. Este ojo está en la parte superior de la frente, y es muy superior a nuestro tercer ojo. A través de este centro pueden fluir las energías desde las esferas supra-cósmicas a todos los planos de la creación. Este pasaje se usa para absorber todo lo que existe o para dejar que se viertan nuevas energías para una nueva creación. Las Escrituras dicen: “Cuando Shiva abre su ojo, todo puede ser destruido.”

Para visualizar el Pasaje acuariano coloqué un área azul oscura en la parte superior, seguida de un área de un blanco brillante. Debajo de ella di forma al tercer ojo de Shiva y dos ojos cerrados- simbolizando la concentración interior- con la ayuda de la imagen de una estatua de Shiva de madera que trabajé con color amarillo dorado. Desde el tercer ojo se derrama luz blanca a la Tierra. Es recibida en la Montaña Blanca, el Mont Blanc. Tomé la fotografía de la montaña más alta de los Alpes durante un vuelo de regreso de España. En el fondo fusioné otra foto del cielo azul con una imagen de un torrente de las Cataratas de Iguazú, ubicadas entre Brasil y Argentina. Es emblemático de que las aguas del espacio contienen todos los potenciales de la creación.

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Piscis –Alfa en Omega, Omega en Alfa

12 de Noviembre 2015, lápices y trabajo fotográfico

Se considera que Piscis es el fin del año zodiacal que conduce al ciclo anual siguiente, comenzando con el equinoccio primaveral. Para un discípulo en el sendero espiritual, Piscis es el comienzo del ciclo, ya que él se mueve hacia el origen en dirección retrógrada. En la astrología mundana, Piscis corresponde a los pies, mientras que en el discípulo está ubicado encima de la cabeza. En el cuerpo del yogui, se relaciona con la glándula pineal y el cuerpo pituitario, los cuales ayudan a producir la luz del Puente Superior hacia los reinos cósmicos de conciencia. Esta luz es la expresión del eterno AHORA, la fusión del comienzo y el final de la creación.

La imagen que recibí al meditar en Piscis consistió en dos globos que se tocan entre sí, con una luz en el medio y una cabeza debajo. Interpreté a las esferas de los globos como el contacto del pasado con el futuro en la luz de la presencia. Las dos esferas que se tocan dan el glifo del signo de Piscis. Lo creé fusionando varias fotos, la Tierra, la estrella Fomalhault de la constelación de Piscis y un loto.

Para la cabeza, fusioné una cabeza tallada en madera y una de porcelana del Bodhisattva Quan Yin, la correspondencia femenina de Buda, venerada especialmente en el Lejano Oriente. Ella es la Diosa de la Misericordia y en consecuencia una forma de la Madre del Mundo relacionada con Piscis. En la coronilla, simbolizando el centro de la cabeza, ella lleva una figura de Buda, la luz de la joya en el Loto. Sobre su frente le integré el puente de luz entre la pineal y la pituitaria, que conecta con la luz cósmica.

La luz azul profundo del fondo, fusiona en una totalidad a las estrellas del firmamento con las luces nocturnas de la Tierra y con el aura de Quan Yin.